OBJETO DE LA GUÍA OPERATIVA
Dado que el contacto con elementos patógenos puede afectar a entornos sanitarios y no sanitarios, corresponde a los servicios con competencias propias en este campo evaluar el riesgo de exposición y aplicar las medidas correctoras de urgencia con el fin de prevenir la contaminación, siguiendo las pautas y recomendaciones formuladas por las autoridades sanitarias en materia de control de espacios públicos. Cualquier medida de protección debe garantizar y proteger adecuadamente al ciudadano de aquellos riesgos para su salud o su seguridad. Estos riesgos podrían evitarse o limitarse de forma suficiente mediante la utilización de medios de protección colectiva o por la adopción de medidas de organización del trabajo en beneficio de la comunidad. Hay que tener presente que la dimensión de la protección va más allá del trabajador, y esto incluye al resto de las personas susceptibles de contacto directo o indirecto, como es el caso de los propios ciudadanos.Con la presente Guía se trata de establecer las pautas a seguir por el personal operativo de los servicios de bomberos frente a distintas situaciones con las que pudiera encontrarse debido al riesgo biológico en determinadas intervenciones, y especialmente las derivadas de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del virus SARS-CoV-2. Todo procedimiento, uso de EPI o cualquier otro aspecto que incida en la seguridad y la salud de los trabajadores debe ser revisado por el servicio de prevención en la modalidad que se tenga contratada. Antes de poner estas guías (procedimientos) en funcionamiento, deben ser revisadas y aprobadas por los cauces que dicta la legislación en materia de prevención de riesgos laborales. El objeto de la presente Guía es establecer las pautas generales a seguir para proceder a una intervención segura en todo aquello relacionado con el acceso a viviendas donde se intuya un riesgo biológico, el socorro a los afectados por alguna patología transmisible, el apoyo sanitario en el traslado de heridos, la retirada de cadáveres y la desinfección de infraestructuras y establecimientos vulnerables, especialmente los afectados por la pandemia producida por el virus SARS-CoV-2.